Hay personas que todavía se extrañan al ver relacionado el tema del ejercicio físico con las personas mayores. Sin embargo, cumplir años no tiene por que llevar aparejado el abandono de la actividad física. Al contrario: todos sabemos de los grandes beneficios que el ejercicio y el deporte tienen para la salud en general, y esto no deja de ser así también en la tercera edad. Además, hacer ejercicio físico también da a las personas mayores la oportunidad de salir de casa y relacionarse con otras personas. Es cierto que no todo el mundo llega a la tercera edad en las mismas condiciones, y por supuesto, habrá que adaptar el tipo y la intensidad de la actividad física a cada caso. Pero hay muchas posibilidades, incluso para las personas que tengan problemas de movilidad. En este artículo te damos algunas ideas.
Categoría: Recursos
La Ayuda a Domicilio para mayores es otro de los recursos principales sobre los que podemos apoyarnos para cuidar de nuestros mayores en casa. Junto con los Centros de Día son uno de esos servicios esenciales que nos permitirán atender a nuestros mayores sin tener que renunciar a nuestro trabajo y estilo de vida. Se presta por profesionales especializados que acuden a nuestra casa para atender a las personas mayores. Se puede contratar de diferentes formas: mediante agencias especializadas que nos enviarán a la persona que necesitemos, mediante cuidadores que contratemos nosotros mismos, o también, a través de los servicios públicos de ayuntamientos o de la ley de dependencia. Mediante la Ayuda a Domicilio las personas mayores pueden disponer de personal específicamente dedicado a ellas en su entorno habitual, y además, con un coste que puede ser incluso más económico que el que supondría una residencia, o incluso de forma gratuita o a muy bajo coste si se tiene derecho al servicio prestado a través de las administraciones públicas. Si quieres saber más, sigue leyendo.
Algunas de las actividades de la vida cotidiana que realizamos casi sin pensar cuando somos adultos (vestirse, cocinar, pagar la compra…) pueden convertirse en una dificultad cuando envejecemos. Es natural que en mayor o menor grado vayamos perdiendo agilidad física, capacidad de concentración o agilidad mental, de forma que determinadas actividades que antes no suponían ningún problema se conviertan en un reto. La Terapia Ocupacional a Domicilio nos puede ayudar a afrontar este tipo de problemas con los mayores que tenemos en casa. Para hablarnos de ello con más detalle hoy tenemos un artículo invitado de nuestra colaboradora Irene Díaz González, Terapeuta Ocupacional a domicilio desde hace 10 años y fundadora y directora de terapiaensudomicilio.com.
Los Centros de Día para mayores son uno de los recursos básicos que nos pueden ayudar para cuidar de nuestros mayores en casa, y también, poder seguir atendiendo nuestras obligaciones laborales y mantener nuestro estilo de vida. En nuestro artículo anterior ya te dimos alguna información general sobre los Centros de Día para ayudarte a entender qué son y cómo funcionan. En este artículo te damos una lista de referencia con las que consideramos las principales claves para elegir Centro de Día.
Tal y como hemos visto en nuestro artículo «El cuidado de personas mayores en casa», junto con el servicio de Ayuda a Domicilio, los Centros de Día son otro de los pilares básicos que nos pueden ayudar para seguir cuidando de nuestros mayores en casa. Los Centros de Día ofrecen a los mayores un lugar de encuentro en el que hacer actividades y socializar con otras personas durante una gran parte del día, y a la vez, nos proporcionan a quienes les cuidamos un alto grado de independencia para poder hacernos cargo de nuestras ocupaciones mientras nuestros mayores son atendidos allí. Los Centros de Día son uno de los servicios que pueden estar cubiertos por la Ley de Dependencia, por lo que podrías tener acceso a un coste muy reducido.
Aunque tal y como hemos visto en nuestro post anterior las ayudas a la dependencia suelen estar más orientadas a la prestación de servicios (acceso a residencias, ayuda a domicilio, centros de día…) también es posible obtener prestaciones económicas directas en determinadas circunstancias. En este artículo te damos información más detallada sobre este tipo de ayudas económicas a la dependencia, incluyendo información sobre los distintos tipos y su cuantía.
Aunque puedes acudir a una gestoría para dar de alta a los cuidadores en la Seguridad Social, en MayoresEnFamilia.com queremos enseñarte el procedimiento para que puedas hacerlo por tus propios medios y así ahorrar algún dinero. Verás que para los casos más habituales no es tan complicado como podría pensarse. En esta entrada te indicaremos el procedimiento para el alta (para la baja puedes acceder aquí). Entra y te enseñaremos como hacerlo paso a paso.
Es probable que el trámite para dar de baja a los cuidadores en la Seguridad Social sea algo que tengas que hacer con cierta regularidad con los cuidadores que contrates de manera temporal para cubrir ciertas eventualidades (por ejemplo, las vacaciones de la cuidadora principal). Al igual que hicimos en nuestra entrada anterior para el proceso de alta, en esta entrada te enseñamos a realizar la baja sin necesidad de tener que acudir a ninguna gestoría, por lo que podrás ahorrar algún dinero.
En el artículo anterior hemos visto algunos trucos para realizar la búsqueda inicial de cuidadores de personas mayores a domicilio. Si lo hicimos bien, ya tendremos una lista con una selección de cuidadores que habremos obtenido mediante referencias de conocidos, anuncios, los Servicios Sociales o una agencia. Ahora es el momento de concertar una entrevista personal, para comprobar si las personas con las que hemos contactado de verdad se adaptan a lo que necesitas.
Como cualquier trabajador, la persona que tengamos contratada de forma habitual para cuidar de nuestro familiar tendrá derecho a sus vacaciones; también podría ponerse enferma o necesitar tiempo para atender sus asuntos personales. Por esto es muy importante poder disponer de cuidadores de reserva para cubrir esas eventualidades en las que nuestro cuidador o cuidadora habitual no pueda atender a nuestro familiar. Pero ¿cómo podemos conseguir esto…?