Definitivamente: los cuidadores de personas mayores, mejor con contrato. Es cierto que vivimos en el país de «la picaresca», y desgraciadamente es más habitual de lo que sería deseable encontrar a personas que recurren al servicio de cuidadoras o cuidadores para atender a sus mayores sin cumplir adecuadamente con los correspondientes requisitos legales. Sin embargo, esto puede acarrear graves consecuencias para todas las partes: por supuesto para el cuidador o cuidadora, ya que se le mantiene en una situación irregular, pero también para la persona mayor que es atendida y para nosotros mismos y nuestra familia. ¿Qué consecuencias puede tener no hacer contrato y/o dar de alta al cuidador en la Seguridad Social? En este artículo te explicamos los riesgos más importantes de esta práctica que, desafortunadamente, sigue siendo tan habitual.
Categoría: Ayuda a domicilio
La Ayuda a Domicilio para mayores es otro de los recursos principales sobre los que podemos apoyarnos para cuidar de nuestros mayores en casa. Junto con los Centros de Día son uno de esos servicios esenciales que nos permitirán atender a nuestros mayores sin tener que renunciar a nuestro trabajo y estilo de vida. Se presta por profesionales especializados que acuden a nuestra casa para atender a las personas mayores. Se puede contratar de diferentes formas: mediante agencias especializadas que nos enviarán a la persona que necesitemos, mediante cuidadores que contratemos nosotros mismos, o también, a través de los servicios públicos de ayuntamientos o de la ley de dependencia. Mediante la Ayuda a Domicilio las personas mayores pueden disponer de personal específicamente dedicado a ellas en su entorno habitual, y además, con un coste que puede ser incluso más económico que el que supondría una residencia, o incluso de forma gratuita o a muy bajo coste si se tiene derecho al servicio prestado a través de las administraciones públicas. Si quieres saber más, sigue leyendo.
Algunas de las actividades de la vida cotidiana que realizamos casi sin pensar cuando somos adultos (vestirse, cocinar, pagar la compra…) pueden convertirse en una dificultad cuando envejecemos. Es natural que en mayor o menor grado vayamos perdiendo agilidad física, capacidad de concentración o agilidad mental, de forma que determinadas actividades que antes no suponían ningún problema se conviertan en un reto. La Terapia Ocupacional a Domicilio nos puede ayudar a afrontar este tipo de problemas con los mayores que tenemos en casa. Para hablarnos de ello con más detalle hoy tenemos un artículo invitado de nuestra colaboradora Irene Díaz González, Terapeuta Ocupacional a domicilio desde hace 10 años y fundadora y directora de terapiaensudomicilio.com.